jueves, 10 de diciembre de 2015

Insaciable

Se muestra insaciable. Cuando lo tiene en su mano, mira con un poco de desdén y da muestras de ligero desprecio. Lo hace siempre cuando está presente. Cuando le habla todas las noches. Cuando se lo imagina en su cama observando el techo sin dormir y pensando en ella. Cuando fantasea con que ocupa un puesto importante en su misterioso corazón. Y entonces desaparece y surge la duda, surge la dependencia estúpida y ciega. La dependencia a una idea vacía, inventada. La dependencia a una proyección de sus propias inseguridades y dudas. Y es que cada vez que sucede no son los ojos de él los recuerda sino los suyos propios. Y cuando cree sentirlo, cuando cree echarlo de menos sólo se está sintiendo a sí misma, sólo echa de menos el interior que jamás llenó su vacío.