lunes, 12 de junio de 2017

Caperucita Roja

El lobo que acecha en la oscuridad de la sombra de los árboles se esconde y a veces solo parece ojos. Ojos que juzgan, que crecen y encojen. Ojos que brillan. Ella mira hacia dentro y solo ve ojos. Se encoje, se hace pequeña. Ya no hace falta que ningún lobo se la coma, se engulle a sí misma y desaparece.